jueves, 23 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - El viaje - Capítulo 10

- Acércame ese forro polar; debe de hacer frío por allí, ¿no? - Águeda se movía por la habitación como si se fuera seis meses de casa a pasar la mayor aventura de su vida.
- Pero, ¡quieres estarte quieta en un sitio y explicarme eso de que "nos vamos" a la Siberia! - Heracles no sabía si sentirse furioso con la persona que había decidido que él también pasaría frío o si empezar a hacer él también la maleta.
- Vamos a ver, es todo muy sencillo. Nos vamos a Rusia porque quiero averiguar quien fue mi padre.
>> Salvia habló de él como si hubiera sido un hombre espantoso que prefirió la autodestrucción a vivir dosificando la magia, y algo dentro de mí me dice que eso no es del todo cierto. Así que la mejor forma de averiguarlo es ir allí y preguntar por él.
>> Estoy segura de que Dim sabe dónde vivió y si, realmente usaba la magia como Salvia dijo que la usaba, no creo que pasara muy desapercibido entre los lugareños, ¿no crees?
- ¡Ahhh! Entonces, todo aclarado... Sólo una preguntita sin importancia, ¿quién es Dim? - Heracles cada vez comprendía menos todo lo que pasaba alrededor de su amiga.
- Dim, digamos que es como un "canguro" que me ha puesto la organización para que me ayude en todo lo que necesite. Al principio puede asustarte, pero es muy simpático y bueno.
- ¿Cómo que asustarme?
- Si, verás, es que no es muy agradable a la vista, es un diablilllo del desierto de color morado, y tiene los cuernos como cortados, y una cara muy arrugada con unos colmillos verdes que le salen de las comisuras de los labios... pero una vez que hablas con él, es muy agradable.
- ¿Y él sabe que también viene a la Siberia? ¿O has decidido decírselo cuando a él le parezca presentarse por aquí?
- No seas así... Él todavía no sabe que nos vamos, pero no creo que ponga pegas porque lo han mandado para ayudarme, ¿no? Y además, aparecerá nada más que yo diga la palabra mágica - Águeda sonrió con una sonrisa picarona a su amigo y miró a la ventana .- Efímero.

- Águeda, te dije que le hablaras a tu amigo de mí antes de que el me viera... - el pequeño Dim estaba sentado encima de la maleta mirando como Águeda intentaba hacer entrar a Heracles en la habitación.
- ¿Estás segura de que ese bicho no hace nada? Te lo digo, porque tiene toda la pinta de ser el malo malísimo de una peli o algo así.
- Tranquilo, siéntate en la butaca y quédate quietecito, que le voy a contar a Dim qué es lo que vamos a hacer hoy - Dim miraba a Águeda con toda la atención del mundo.

- Bueno - Dim se puso en pie.- Cogeros de las manos, nos vamos a Siberia.

Continuará...

5 comentarios:

X dijo...

¿Cómo pensaba ir Águeda? ¿En avión? Jajaja, creo que con Dim irán más rápido. :P

Farfalla Dimora dijo...

Ains... X, se me hace cuesta arriba... jajajaj pero por ahora creo q salgo del paso ^^U
Evidentemente el avion estaba descartado... habiendo magia, quien quiere usar el avion¿?
Un beso!!!

Almendra Puck dijo...

Ayyy, yo me quiero ir a la Siberia con ellos! He probado a llamar a Dim diciendo "efímero!", pero no ha acudido... y mi madre me ha mirado raro :( jo

Farfalla Dimora dijo...

¿Pues tú no te ibas a Santander? Pues que sepas que teta y sopa no cabe en la boca... así que elige o Santander en la vida real o Siberia en mi mente... jajajajajajajaja
Y por cierto, Dim sólo acude cuando lo llama Águeda; ains... a estas alturas del cuento y todavía no sabes cómo funciona la magia... :P

Pluma de fuego dijo...

jajajaja, bueno, pues nos vamos a siberia