jueves, 3 de diciembre de 2009

Manifiesto "En defesensa de los Derechos Fundamentales de Internet"

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

lunes, 9 de noviembre de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Un nuevo destino - Capítulo 18

- ¿Ya has pensado lo que quieres hacer?
Cuando Águeda se levantó, Dim y Heracles estaban en la cocina desayunando café y algunas tostadas con mermelada.
- Yo sigo pensando que volver allí tan sólo servirá para meternos en líos, Águeda - ahora era Heracles el que hablaba.- Es mejor que sigamos investigando por otra parte.
- No sé... Puede que tengáis razón. Al fin y al cabo puede que lo que ví fuera el reflejo de la luna. Es mejor seguir por otro lado.
- Me alegra oír eso - Dim parecía muy satisfecho de escuchar esas palabras.

Desayunaron tranquilos mientras charlaban animadamente sobre lo que había sucecido. Todos especulaban abiertamente sobre ello y sobre lo que podían hacer ahora.
Heracles pensaba que lo mejor era ponerse en contacto con la organización y que ellos contaran abiertamente su versión. Dim, en cambio, optaba por buscar información sobre Sergey en las aldeas de alrededor del bosque en el que vivió. Y Águeda... no opinaba nada en concreto; escuchaba atentamente a sus dos compañeros, pero parecía tener alguna parte de su mente ausente de la cocina de su casa. Ella pensaba algo, pero prefirió seguir meditando sus ideas antes de precipitarse contra sus amigos.

- Bueno, realmente ahora mismo no me corre prisa saber nada más. Ya sé lo que quería saber, y creo que ahora es mejor esperar.
- Pero...
- Bueno, si eso es lo que quieres yo me marcho - Dim estaba más contento que nunca - si necesitas algo llámame.
Y como si fuera polvo, Dim desapareció sin más.
- ¿Cómo que no vamos a hacer nada? ¿Pero tú en qué estás pensando?
- ¡Chisst! Ven, vamos a la salita, allí estaremos más cómodos y te contaré lo que tengo en mente.

- ¿¿¡¡Estás loca!!??
- ¿Tan mala idea es?
- ¿¿¡¡Pero tú no oíste lo que dijo de él!!?? - Heracles estaba perplejo - ¿¿¡¡No oíste eso de que lo echaron!!??
- Sí, ya lo sé. Pero creo que no me equivoco. Sabemos que en esa cabaña estuvo la organización, pero lo que no sabemos es cuántos miembros de ella estuvieron. Y creo que esa es la clave.
- Bueno... quizás tengas razón. Pero... ¿cómo piensas llegar a ese punto sin que Dim se entere?
- Tendremos que confiar en que sé mentir.

- "Efímero"
Tras un chasquido, Dim apareció delante de los dos amigos.
- ¿Ya has decidido qué hacer?
- No, sigo algo confundida. Pero me gustaría saber algo.
- Dime
- ¿Quiénes estaban en la cabaña cuando desapareció mi padre?

Continuará...

domingo, 25 de octubre de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - La sede de la OMCPS - Capítulo 17

- Yo sólo digo que es demasiado raro - Jack parecía inquieto.
- No digas tonterías - contestó Jo rotundamente - es normal que no haya noticias. Le dijimos que le intentara explicar todas las dudas que se le planteasen y que sólo se pusiera en contacto cuando detectara algo anormal.
- Pues yo creo que, aunque le hayamos dicho eso, deberíamos ir a echar un vistazo. Así todos nos quedaríamos más tranquilos. ¿Tú qué crees, Salvia? - Yedra esperaba que la elfa del Poder pusiera fin a las constantes discusiones del duende y del gnomo.

El emplazamiento de la organización era un lugar secreto para todos, y los trabajadores de la misma debían guardar dicho secreto incluso a sus familiares más directos; en caso de que en algún momento dijeran dónde se encontraba, en décimas de segundo se aparecía en el lugar del desvelamiento el máximo juez de las criaturas mágicas acompañado de un ejecutor de penas que hacía cumplir el castigo del juez al ser que había desvelado el secreto y al que lo había escuchado.

Sin embargo, la sede de la OMCPS se encontraba tan a la vista de todo el mundo, que nadie podría jamás imaginar que desde allí se dirigía el mundo mágico. Estaba escondida tras una fachada mugrienta, chamuscada por algunos lados y sin cristales en las ventanas. El edificio era una antigua fábrica abandonada y todo el mundo lo vería así siempre.
Pero cuando cruzabas la entrada todo lo que se ponía delante de tus ojos parecía recién comprado. Las paredes estaban empapeladas en azul, verde y oro. El suelo de un extraño mármol negro estaba tan brillante que en él se reflejaban las grandes lámparas suspendidas en el techo. Había montones de escaleras que se dirigían a miles de sitios, cada una con una alfombra de un color diferente, y en diferentes direcciones. En el centro del recibidor había tan sólo un mostrador atendido únicamente por una simpática enana que atendía a aquellos trabajadores que empezaban en la organización y se perdían constantemente.
El edificio tenía muchas plantas; plantas subterráneas, dónde se guardaban los ahorros que las criaturas mágicas llevaban al banco, al otro lado de la calle, y los tesoros de la organización; plantas altas, dónde estaban los despachos de miembros importantes de la comunidad mágica; plantas laterales, dónde se encontraban los secretarios y ayudantes de los anteriores, y planta de altura, dónde se encontraban las estancias mas importantes de todo el edificio: la estancia de la Riqueza, la de la Sabiduría, la del Amor, la de la Bondad, la del Poder y la estancia suprimida. Todas ellas se unían en el centro en la estancia de la Unidad, dónde se mantenían reuniones sobre las normas y leyes que debían gobernar la comunidad mágica y dónde se juzgaban a aquéllas criaturas que habían incumplido gravemente la normativa.

Normalmente la sede de la OMCPS era un lugar dominado por la calma y el silencio; pero ese día había un enorme jaleo en la planta de altura.
- Bueno Yedra, siempre debemos darle un voto de confianza a nuestro enviado - aunque apacible, Salvia parecía intranquila - sin embargo, hay algo que me preocupa aún más que no tener noticias de nuestro diablillo. La estancia suprimida.
- Vamos Salvia, lleva sellada desde entonces y hace tiempo que no sale absolutamente nada de oscuridad - a Vigilio le parecía demasiado estúpido pensar en cosas pasadas en momentos tan cruciales.- Lo que importa ahora es decidir si debemos ir a echar un vistazo a Águeda y preguntarle si…
- ¡Ohhh! ¡Mirad! - a Jo se le había desencajado la cara.
A través de las rendijas selladas de la puerta de la estancia suprimida volvía a salir esa extraña sustancia que llamaron oscuridad hace años.
- Esto es más importante que lo que nos preocupaba hace unos minutos - Salvia había hablado.

Continuará...

viernes, 18 de septiembre de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - EL calvero - Capítulo 16

- ¿Lo habéis visto?
- ¿El qué?
- Ese claro que estaba al fondo del bosque, ¿no os habéis dado cuenta?
- Águeda, creo que estás demasiado cansanda, quizá te lo hayas imaginado - Heracles intentó decir esto con la máxima suavidad.
- ¡¡Pero tú te crees que me voy a imaginar algo así!! Allí había algo, ¿vosotros no lo habéis notado?
- ¿Notado qué, Águeda? - Dim la miraba extrañado.- Yo no he visto nada, de lo contrario me hubiera parado un segundo a mirar. ¿Qué fue lo que viste?
- Bueno... - Águeda no sabía qué responder - ver, lo que se dice ver, no vi nada.
Sus dos amigos la miraron extrañados.
- Pero sé que había algo. Era algo extraño; aunque no vi el claro sé que estaba allí, y fue una sensación muy rara, era como... como si... como si algo allí me llamara. Dim, llévame de vuelta allí, tengo que ver qué era eso.
- ¡Ni de broma! - Dim pareció demasiado rotundo - No podemos volver...
- ¡Pero...!
- Águeda, es peligroso - Heracles volvió a hablar.- Empiezo a pensar que hay algo detrás de todo esto. Según lo que contó Ekaterina, esa organización no actuó demasiado bien. ¿Y si lo que pretende es destruirte ahora que sabes la verdad?
- ¡No digas tonterías!
- Tiene razón - Dim parecía como aliviado al oir las sospechas de Heracles.- Tienes que ir con cuidado, ahora no sabemos demasiado bien qué es lo que puede acecharte y, fuera lo que fuese aquello, tampoco sabemos si pretende hacerte daño o no.
- Yo estoy segura de que no era nada peligroso... ¿No os acordáis de lo que dijo Ekaterina? ¿No recordáis el calvero en el que tanto se refugiaba mi padre? ¿Aquél calvero en el que desapareció?
- ¿Insinuas que tu padre te estaba llamando?
- No lo sé, lo único que se es que ese era aquél lugar y necesito ir allí para ver qué era - Águeda intentaba convencer a sus amigos.- Dim... por favor, llévame allí.
- Será mejor que descansemos. Ya mañana, con más calma, tomaremos una decisión.

Continuará...

viernes, 11 de septiembre de 2009

Otro enlace

No sabía como anunciároslo.
Quizá podría poner la misma entrada aquí también, o hacer una diferente o simplemente no hacer nada.
Quizá podría gritarlo a los cuatro vientos y poner una simple frase.
Pero no.
La gran mayoría conocisteis a mi otra parte, la que lleva por esta blogosfera más tiempo, esa que piensa todo lo que hace, la que no se deja llevar en ningún momento.
Después de casi todo el día dándole vueltas, he pensado que lo mejor sería un enlace... ya sabéis dónde.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Resolución

Bueno, la encuesta que puse para saber qué premio queríais que se jugara en el próximo concurso ya ha sido cerrada; así que ya sabréis que el afortunado ganador podrá elegir la temática de la próxima historieta que escriba.

Quería hacer esta entrada porque me ha parecido que en algunos comentarios de la entrada "El público habla" se ha dado a entender que el ganador del concurso obtendría el premio por el que él había votado, y esto no es así.

Así que para que quede claro lo voy a volver a repetir.
El premio que se pondrá en juego en el próximo concurso (que por cierto, todavía no tiene fecha) será el elegir la temática de la próxima historieta.

domingo, 30 de agosto de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - De vuelta - Capítulo 15

- Entonces... ¿piensas que la culpa de que mi padre "desapareciera" la tiene esa gente que había en la cabaña? - Águeda estaba muy pensativa.
- Sin duda - Ekaterina parecía muy tajante.- Tu padre, a pesar de ser un mago muy poderoso, jamás reconoció en sí mismo la magia. Él utilizaba la magia como medio de subsistencia, simplemente pensaba lo que necesitaba y aquello aparecía ante él. Era asombroso.
>> Pero Sergey jamás supo que lo que hacía era magia; él pensaba que todo el mundo conseguía lo que necesitaba del mismo modo que él y que si alguien deseaba algo y no lo tenía era simplemente porque la naturaleza consideraba que en realidad no lo necesitaba.
- ¿Nunca pensó que en realidad era un mago? - Heracles estaba perplejo - ¿Cómo puede alguien pensar que las cosas se consiguen imaginándolas en la mente y con el permiso de la naturaleza?
- Bueno, yo creo que eso se debe a que Sergey se crió así, no hubo nunca nadie cerca que le hiciera ver lo contrario; él veía natural eso y esas creencias son difíciles de cambiar.

Dejaron la casa de la bruja entrada ya la noche.
Decidieron que lo mejor era volver a casa de Águeda y empezar allí a atar cabos.
Se dirigieron hasta la plaza de la aldea en absoluto silencio; Águeda, cabizbaja, iba a paso lento, por detrás de Dim y arrastrada por Heracles, que la llevaba cogida de la mano.
No paraba de pensar en esos visitantes que Ekaterina no supo identificar. Ella estaba segura de que eran los miembros de la OMCPS, pero le extrañaba muchísimo que Salvia hubiera sido tan fría y distante como para no explicarle a su padre lo que pasaba realmente. Quizá Salvia no estuviera... pero eso no podía ser, porque cuando la elfa le habló de esto le dijo que ella estaba presente. Y además, ella parecía afectada por lo que sucedió... Pero quizá esa afcetación vino pasados unos años, al darse cuenta de que no actuaron bien con Sergey.
¿Y si la OMCPS no era lo que Salvia le había dicho que era? ¿Y si la elfa estaba intentando poner a Águeda de su parte? Pero entonces... ¿por qué permitió que Dim la llevara a la aldea dónde vivió su padre? ¿Acaso ella no se imaginó que Ekaterina podría contarle aquello?
Eran demasiadas preguntas que no tenían respuesta concreta. Águeda debía seguir investigando, teniendo en cuenta que a lo mejor no todos los que estaban a su alrededor le decían la verdad.

Cuando Águeda volvió de sus pensamientos a la fría noche que les estaba cubriendo, ya habían dejado la aldea atrás. Estaban en medio del bosque, buscando un buen sitio para poder volver a casa fuera de la vista de curiosos vecinos.
Estando ya preparados para que Dim chasquera sus dedos, Águeda vió algo... algo que parecía le llamaba, algo al fondo de la densidad de ese bosque, un calvero iluminado por una luna que, desde donde estaba, no se podía apreciar. Ese calvero la llamaba, ella lo estaba sintiendo, sentía como si en el pecho el corazón orientara sus latidos hacia allí. Águeda dijo algo parecido a "espera", pero cuando terminó de pronunciar esa palabra estaba sentada en el sofá de su casa.

Continuará...

viernes, 21 de agosto de 2009

El público habla

Tengo pensado un concurso para cuando vaya llegando el final de "La extraña aventura de Águeda Ivanova".
Esta vez será una "prueba de velocidad"; haré una pregunta y el que primero la acierte ganará, así de simple. Días antes de soltar la pregunta del concurso postearé para avisaros con antelación del día y la hora en que publicaré esa cuestión que deberéis responder correctamente para llevaros un premio. Así todos estaréis en igualdad de condiciones.
¿Y cuál será el premio? Pues lo mejor de este nuevo concurso es que vosotros mismos decidiréis qué premio queréis. Así que os he dejado una pequeña encuesta para que elijáis entre tres maravillosas opciones:
  • Elegir el final de "La extraña aventura de Águeda Ivanova" entre estas tres opciones: final feliz, final triste o final inesperado (atentos, sólo podéis elegir una opción y ésta será la única publicada; las otras dos quedarán para los restos en mi imaginación)
  • Elegir la temática del próximo relato (pero sin ser malos, ¿eh? Tened en cuenta mis limitaciones, ya véis que con 23 añitos escribo un cuento de magia).
  • Elegir el nombre del/la protagonista de un relato corto (este relato será como máximo de dos entregas).

La encuesta será cerrada el día 7 de Septiembre, así no podréis decirme que no os ha dado tiempo a votar, y vosotros mismo podréis ver cuál será el premio que se otorgue en el próximo concurso.

Un saludo a todos y... ¡a votad!

martes, 18 de agosto de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Otra criatura mágica - Capítulo 14

Justo al pasar por la alta y oxidada verja se encontraba la cabaña de madera de Equis, el enigmático bosgo doméstico de Akram.

Los bosgos eran unas criaturas por lo general salvajes, que vivían en viejos troncos sin vida que se pudrían en los bosques. Medían como ciento veinte centímetros, estaban cubiertos por una larga cabellera, generalmente de color verde musgo, se alimentaban de las cortezas putrefactas de los árboles, vivían en pequeñas comunidades, jamás bebían nada si no estaban en compañía de sus semejantes y los viejos adivinos decían que en su mirada se podía ver el futuro.
Eran criaturas misteriosas, nadie sabía bien de dónde provenían exactamente y nunca hablaban con seres de otras especies, aún dominando varias lenguas.
Eran difíciles de capturar, pero una vez cogidos le guardaban fidelidad eterna a su captor, siendo utilizados para labores domésticas de limpieza o simplemente como guardas. Cuando eran capturados se tranformaban en otras criaturas totalmente diferentes. Se les caía el pelo, comían piedras y bebían lodo.

Equis era un bosgo joven, fuerte y con una maravillosa melena verde brillante. Aunque vivía en una comunidad que le había adoptado tras ser abandonado por su madre, vivía sólo en el interior del tronco más apartado de todos. Era muy reservado, se podría decir que era tan reservado que incluso a los bosgos les resultaba reservado. Procuraba no hablar nunca con nadie, hacía todo de una forma muy enigmática y solía desaparecer días enteros.

Equis había sido capturado una mañana de verano. Salió de su viejo tronco sin mirar muy bien el peligro que podría haber fuera; caminó hasta los hierbajos dónde escondía las cortezas del desayuno cuando sintió como una red salida de la nada y sujeta por nadie le capturó.
Esa red le llevó hacia una vieja casa cercana a su tronco y allí, su nuevo dueño, le ordenó cuidar de su morada y servirle como fiel mayordomo.
Sin rechistar siquiera, el pegueño bosgo libre hasta hacía un par de horas, y ahora doméstico de por vida, aceptó su destino y fue alojado en una vieja casucha, que el mismo fue reformando con viejos troncos, a la entrada del recinto.
Equis a penas hablaba, ni siquiera con su dueño; había perdido el pelo que tanto le caracterizaba, en su mirada no se veía nada y ahora solamante se dedicaba a hacer lo que se le ordenaba.

- ¡¡Eh!! ¡¡Tú!! ¡¡Bosgo inútil!! - Akram bramaba desde la planta de arriba - ¡¡Ven aquí ahora mismo!!
El pequeño bosgo apareció en segundos delante de él.
- Vé y tráeme al prisionero - los ojos de Akram se tornaban rojos por momentos.- Quiero contarle mi plan...

Continuará...

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Ya os habréis dado cuenta, últimamente tardo mucho en publicar. Y debo advertiros algo, de ahora en adelante tardaré más aún en postear por aquí.
El motivo es que se acerca Septiembre y estos últimos días de Agosto tengo que ponerme a estudiar; es lo que pasa cuando eres estudiante.
En fin, que esto no significa que el blog quede cerrado ni nada por el estilo, simplemente que publicaré más de tarde en tarde.
Un saludo a todos.

domingo, 9 de agosto de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - La historia de la bruja Ekaterina - Capítulo 13

Sentados los tres en la plazoleta y pensando ya en volver a casa, apareció en una de las esquinas que daban al lugar una mujer ya anciana que caminaba sujeta a un viejo palo de madera que hacía las veces de bastón.
- Vaya - dijo la anciana - ¿lleváis mucho tiempo ahí? Esta bola mía… ya no funciona como antes. Me temo que tendré que cambiarla de una vez. Hola Águeda, soy Ekaterina, la bruja del pueblo, y he venido a hablarte de tu padre.
- Pero… ¿estaba usted en el bar? - dijo Heracles - ¿y cómo sabe que preguntábamos por su padre?
- ¡Jajajaja! - la anciana rió como una cría - ¿yo en el bar? ¡Esos bobos puritanos jamás hablan con brujos, magos o cualquier ser que tenga algo de mágico en su alma! Lo que yo no me explico es cómo habéis salido enteros de allí habiendo llevado un diablillo y después de preguntar por Sergey… Supongo que nos desprecian tanto por puro temor.
- Entonces - comentaba Águeda - ¿usted puede hablarnos de mi padre?
- Claro, joven. Yo le conocía - a la vieja Ekaterina se le llenaron los ojos de nostalgia.- Pero será mejor que vayamos a mi casa, aquí nos vamos a helar, y os contaré allí todo lo que sé de Sergey.

La casa de la vieja bruja era un lugar de nueva construcción; tenía una bonita fachada de pieda con una ventana con el alféizar de maderra lleno de flores. Una pequeña puerta daba paso a un interior cálido y acogedor. En las paredes de la pequeña entradira había colgados muchos marcos con retratos a color de niños en brazos de sus padres, había una pequeña mesa con un jarrón lleno de orquídeas blancas y el suelo estaba cubierto por una alfombra mullida.
En la sala, una gran chimenea calentaba toda la casa. Sobre la mesa una bola de cristal estallada por varios lados a causa de alguna caída, un viejo cuaderno con notas en una tinta de color azul turquesa y una bombonera de plata y cristal llena de pequeñas bolas negras como el regaliz que parecían que se disolverían en cualquier momento.
- Sentaos al fuego - dijo Ekaterina - yo voy a calentar un poco de agua para hacer un té de regaliz; es una invención mía, seguro que os gusta.

- ¡Mmmmm…! Está delicioso, Ekaterina – Águeda se había llenado su vaso de té varias veces con agua y había disuelto en ella las pequeñas bolas de la bombonera.
- Me alegra que te guste.
- Ekaterina, - Águeda se puso seria de repente - ¿qué sabes tu de mi padre?
- Hija… tu padre era muy bien amigo mío… Era una bellísima persona.
>> Nadie sabe dónde nació, ni quién le crió, ni cómo creció. Lo únio que sabemos es que él vivió en el bosque y que poseía una extraña magia; no una magia como la mía, sino una mucho más poderosa y fuerte, una magia que le llevó a ser quien fue.
>> Él adoraba vivir en el bosque; le gustaba salir a pasear alrededor de los árboles, quedarse dormido en alguna cueva llena de hierbas, beber el agua fresca del río y sentirse abrazado por la oscuridad en la noche. Era muy feliz allí, y aunque vivía en una casa rodeada de árboles y matorrales su lugar preferido era un calvero en el que podía observar la luna y las estrellas con claridad; él decía que nació allí, que era hijo de todo lo que allí se reunía.
>> Al contrario de lo que te dirían muchas personas de por aquí, tu padre era una buena persona. Nunca hizo daño a nadie, ni rechazaba a los demás, ni siquiera a aquéllos que le inslutaban y maldecían sin descanso.
>> Como ya te he dicho, vivía en el bosque y casi nunca visitaba la aldea. Venía cuando se cansaba de su soledad o necesitaba el abrazo de unas piernas. Volvía locas a todas las muejeres que venían por aquí; supongo que tú eres el fruto del amor que alguna turista y tu padre se tuvieron por unas horas.- ¿Conociste tú a mi madre? - pregunto Águeda.
- Pues no lo sé; Sergey tuvo muchas amantes a lo largo de su vida. Supongo que vería a tu madre con él en alguna ocasión.
- Ah… - Águeda parecía decepcionada; no le gustaba imaginar que era fruto de una noche loca de sexo. Ella quería ser el resultado de dos personas que se querían realmente.- ¿Y cómo desapareció mi padre?
- Fue algo espantoso. El había venido al pueblo y yo había estado con el un rato; habíamos tomado té y hablado, luego se marchó al bosque.
>> Yo lo vi todo en mi bola. En la pequeña cabaña había gente esperando a tu padre, yo ni les veía ni les oía, pero Sergey parecía alterado y no hacía más que decir que él no hacía magia, que él tenía lo que quería porque se lo daba el bosque.
>> Vi a tu padre salir de la casa entre rayos, truenos y una intensa lluvia que vino de la nada; se dirigía al calvero como un loco, y allí habló solo, habló con su mente, supongo, y allí desapareció. Sin más, se esfumó de la tierra de la que el decía que había nacido.
>> Yo no oí que le dijeron esos visitantes, pero fuera lo que fuera le hizo daño, un daño que no soporto y que hizo que se esfumara.

Continuará...

viernes, 7 de agosto de 2009

Problemas técnicos

No sé qué pasa.
No puedo visitar ninguna página de blogspot, ni siquiera puedo visitar mis blogs. Ni los que sigo con normalidad.
Esta tarde he llegado a casa, he encendido el ordenador, he pinchado directamente en favoritos y he clickeado en el enlace a este blog. Vi que Shania había publicado y fui a leer su nuevo post.
Lo lei, le comenté, se guardó el comentario y cerre la página de Teorías Universales.
Como le había comentado a Shania, le di a actualizar la página de mi blog para que me saliera en la barrita de arriba el mení de la sesión ya iniciada y, sin tener ni idea de nada, me sale esto:

"Lo sentimos...
... pero tu consulta se parece a las solicitudes automatizadas de virus informáticos o programas espía. Para proteger a nuestros usuarios, no podemos procesar tu solicitud en este momento.

Restableceremos tu acceso lo antes posible, por lo que puedes volver a intentarlo en unos momentos. Mientras tanto, si sospechas que el equipo o la red han sido infectados, puede que quieras ejecutar un analizador de virus o un programa que elimine software espía para asegurarte de que el sistema no está afectado por virus u otro software malicioso.

Si recibes este error de forma continuada, quizás puedas resolver el problema eliminando la cookie de Google y volviendo a acceder al motor de búsqueda. Si deseas obtener instrucciones específicas para el navegador, consulta el centro de asistencia online correspondiente.
Si toda tu red se ve afectada, encontrarás más información en el Centro de asistencia de búsqueda de la web de Google.

Te pedimos disculpas por los inconvenientes que esta situación haya podido causarte y esperamos que en breve puedas volver a utilizar Google."

He señalado los enlaces a los que me redirecciona esta página.
Y ahora os preguntaréis: "¿y cómo es que has podido publicar?"
Pues bien, al ver que no podía entrar en ningún blog, me he ido a la página de blogger para ver si podía entrar desde allí, y para mi sorpresa sí que he podido.
Bueno, que sólo os quería decir que no sé hasta cuando estaré sin leer vuestros blog. Espero que sea poco tiempo. Me da rabia perderme nuevos posts.
Si alguien puede y quiere ayudarme o tiene idea de porqué me ha pasado esto (no me vayáis a decir que es mi mala suerte que me acompaña allí dónde voy) le ruego que me escriba a: farfalladimora@gmail.com ya que no puedo leer los comentarios.
En fin, gracias por adelantado.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Pregunta sin respuesta - Capítulo 12

Parecía no vivir nadie en la pequeña aldea. Las puertas estaban cerradas, no había luz detrás de las ventanas y no se oía ningún ruido por ningún lado.
Los tres amigos llegaron al centro de una pequeña plazoleta y se sentaron al borde de una fuente de agua helada.
- Aquí no hay nadie - dijo Heracles mirando fijamente a Dim - ¿Dónde nos has traído?
- ¡Heracles! - Águeda no quería darle la razón a su amigo, pero parecía que el diablillo morado les había llevado al lugar equivocado.- Seguro que Dim tiene una buena explicación, ¿verdad?
- Bueno... Según tenía entendido, a esta hora los habitantes deberían estar de asamblea en algún bar bebiendo vodka... - Dim parecía dudar.- Lo que no sé es dónde está ese bar.
- Bien, entonces - Águeda se dijo a sí misma que no volvería a desconfiar de Dim - demos un paseo por el pueblo, seguro que no tardaremos en encontrar ese local.

Al cabo de unos minutos, estaban en frente de una vieja puerta de madera de la que parecía salir el ruido de cientos de personas hablando sin parar.
- Bueno, habrá que entrar.
Águeda abrió la puerta y, seguida de Dim y Heracles, entró en el ruidoso bar.
Allí no había más de cincuenta personas que, al ver a los extraños, enmudecieron de inmediato y miraron con miedo a la joven.
- Hola... - Águeda no sabía por dónde empezar - hemos venido para preguntar algo. Queremos saber si ustedes tienen información de alguien que vivió aquí cerca, de un señor al que llamaban Sergey Ivanov.
Nadie contestó.
- Sí, verán, era un hombre que vivía en el bosque cercano a esta aldea y que...
- No sabemos quién es - un hombre fuerte y con barba roja habló desde detrás de la barra del bar.- Será mejor que os vayáis de aquí.
- Pero...
- Aquí no encontraréis nada y nadie os hablará de Ivanov porque nadie sabe quién es.

Los tres amigos salieron del bar con más miedo que desilusión y la joven Águeda empezó a temer que su viaje hubiera sido en vano.

Continuará...

miércoles, 29 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - La historia de Dim - Capítulo 11

En un abrir y cerrar de ojos estaban los tres rodeados de muchos árboles. No se divisaba población alguna en ninguna dirección y estaban empezando a notar las bajas temperaturas.
- Bueno Águeda, ya hemos llegado - Dim parecía ser inmune al frío que allí hacía.
- S-s-será me-m-mejor que ca-m-m-mi-minemos hacia al-g-g-gún l-l-la-lado, ¿no? - Heracles estaba tiritando.
- Sí, deberíamos dirigirnos hacia donde esté la población más cercana - dijo Águeda tendiéndole un polar a su amigo.- Dim, ¿sabes en qué dirección podemos ir?
- Sí, seguidme.

Caminando entre hierbajos y matorrales, Águeda y Heracles seguían al pequeño diablillo en silencio.
- Y bueno Dim, ¿cómo llegaste a ser colaborador de la OMCPS? - Águeda sentía mucha curiosidad por ese pequeño ser que cuidaba de ella como si fuera su ángel de la guarda.- Y si eres un diablillo del desierto, ¿no tendrías que vivir allí?
- Bueno... es una larga historia - Dim parecía triste.
- Cuéntanosla, así amenizarás la caminata.
- Sí, y además podremos averiguar cosas sobre ti - Heracles, seguía sin fiarse de él.
- Está bien... - el pequeño acompañante cedió sin muchas ganas -. Yo nací en el Gran Desierto, al sur, y por alguna extraña razón nací morado. Normalmente los diablillos del desierto son rojos, algunos más claros, otros más oscuros, pero no se salen de la tonalidad. Pero yo nací morado, no sé porqué.
>> Para mis padres siempre fui como su mascota; no podían considerarme hijo suyo y no me dejaban salir de casa. Un día me escapé, quería ver a otros como yo y lo único que encontré fue rechazo y asco. Mis padres no volvieron a hablarme, y me echaron de casa. Me recogió el orfanato del pueblo y me encerraron en una celda hasta que empecé a ir al colegio.
>> Todos mis compañeros me odiaban, ninguno me dirigía la palabra y me pegaban cada vez que tenían oportunidad. Hasta intentaron arrancarme los cuernos, pero lo único que hicieron fue partírmelos.
>> Pero eso acabó pronto; estando yo escondiéndome de mis compañeros de clase un día, apareció un hombre que me recogió. Se llamaba Akram. Era miembro de la OMCPS y al ver que en mi comunidad todos me rechazaban me llevó con él y empecé a trabajar de ayudante para la organización.
>> Akram era bueno, al principio. Luego empezó a tener diferencias importantes con los otros miembros de la OMCPS; quería ser más permisivo con la magia, suavizar las leyes estrictas ya existentes. Llegó hasta tal punto esa diferencia que lo echaron de la organización.
>> Cuando lo echaron, pensé que yo me tendría que ir con él, pero Salvia me recogió bajo su tutela y he estado trabajando para ella desde entonces. Cada día que pasa me alegro de que alguien pusiera a esa adorable elfa en mi camino.

- ¡Vaya! Has tenido que sufrir mucho - Águeda se agachó y acarició con ternura a su nuevo amigo.- Pero no te preocupes, ahora estás con gente que va a cuidar de ti siempre.
- Bueno, deja los mimos para otra ocasión - Heracles no se creía ni una sola palabra de lo que había contado el pequeño Dim - se ve una pequeña aldea. Será mejor que nos demos prisa, antes de que nos congelemos.

Continuará...

viernes, 24 de julio de 2009

Enlace a mi otra parte

Es la primera vez que lo hago pero no será la última.
Algunos ya os habréis dado cuenta de que tengo otro blog, y bueno, he pensado que las entradas que haga en este blog o en el otro y que me parezcan importantes tendrán un pequeño enlace en el contrario (no sé si se me ha entendido...).
Así que os voy a dejar un enlace a mi otro blog. Es la primera vez que lo hago, y por ello quizá sea la más importante.
Quiero unir los dos blogs, que todos sepáis que mis dos yos dividivas forman una sola...
Pinchad aquí si queréis descubrirme por entero.

jueves, 23 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - El viaje - Capítulo 10

- Acércame ese forro polar; debe de hacer frío por allí, ¿no? - Águeda se movía por la habitación como si se fuera seis meses de casa a pasar la mayor aventura de su vida.
- Pero, ¡quieres estarte quieta en un sitio y explicarme eso de que "nos vamos" a la Siberia! - Heracles no sabía si sentirse furioso con la persona que había decidido que él también pasaría frío o si empezar a hacer él también la maleta.
- Vamos a ver, es todo muy sencillo. Nos vamos a Rusia porque quiero averiguar quien fue mi padre.
>> Salvia habló de él como si hubiera sido un hombre espantoso que prefirió la autodestrucción a vivir dosificando la magia, y algo dentro de mí me dice que eso no es del todo cierto. Así que la mejor forma de averiguarlo es ir allí y preguntar por él.
>> Estoy segura de que Dim sabe dónde vivió y si, realmente usaba la magia como Salvia dijo que la usaba, no creo que pasara muy desapercibido entre los lugareños, ¿no crees?
- ¡Ahhh! Entonces, todo aclarado... Sólo una preguntita sin importancia, ¿quién es Dim? - Heracles cada vez comprendía menos todo lo que pasaba alrededor de su amiga.
- Dim, digamos que es como un "canguro" que me ha puesto la organización para que me ayude en todo lo que necesite. Al principio puede asustarte, pero es muy simpático y bueno.
- ¿Cómo que asustarme?
- Si, verás, es que no es muy agradable a la vista, es un diablilllo del desierto de color morado, y tiene los cuernos como cortados, y una cara muy arrugada con unos colmillos verdes que le salen de las comisuras de los labios... pero una vez que hablas con él, es muy agradable.
- ¿Y él sabe que también viene a la Siberia? ¿O has decidido decírselo cuando a él le parezca presentarse por aquí?
- No seas así... Él todavía no sabe que nos vamos, pero no creo que ponga pegas porque lo han mandado para ayudarme, ¿no? Y además, aparecerá nada más que yo diga la palabra mágica - Águeda sonrió con una sonrisa picarona a su amigo y miró a la ventana .- Efímero.

- Águeda, te dije que le hablaras a tu amigo de mí antes de que el me viera... - el pequeño Dim estaba sentado encima de la maleta mirando como Águeda intentaba hacer entrar a Heracles en la habitación.
- ¿Estás segura de que ese bicho no hace nada? Te lo digo, porque tiene toda la pinta de ser el malo malísimo de una peli o algo así.
- Tranquilo, siéntate en la butaca y quédate quietecito, que le voy a contar a Dim qué es lo que vamos a hacer hoy - Dim miraba a Águeda con toda la atención del mundo.

- Bueno - Dim se puso en pie.- Cogeros de las manos, nos vamos a Siberia.

Continuará...

lunes, 20 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Aparece Akram - Capítulo 9

En lo alto de una montaña desértica se situaba la vieja y oscura morada del viejo Akram. Era una casa medio en ruinas, con paredes de frías piedras y llenas de musgo. Tenía a la entrada una casucha de madera dónde habiataba el anciano bosgo doméstico que guardaba el lugar. Una alta y oxidada verja delimitaba los territorios de la hacienda y todo el terreno estaba sumergido en una penumbra terrorífica.

Dentro de la ruinosa casa todo parecía diferente. Había una entrada lujosa e iluminada con dos grandes lámparas llenas de pequeñas bombillas; se veía ascender una amplia escalera de madera cubierta por una gran alfombra verde botella y barandas doradas.
Desde esta entrada se pasaba al gran comedor, con una gran mesa de ébano y sillas a su alrededor; y a la sala de estar, en la que ardía un gran fuego en una enorme chimenea que ocupaba la estancia de pared a pared.
Frente al fuego había un enorme sillón, a su lado una pequeña jaula se situaba encima de la mesita auxiliar. Dentro había algo que se movía inquieto; tenía su pequeña boca amordazada y un ojo saltado.

- No deberías moverte tanto - una grave voz salió del gran sillón.- Aunque te muevas, no lograrás salir y lo único que conseguirás es cansarte.- El viejo Akram sujetaba con sus dedos una fina vara de cerezo y apuntaba con ella a la atemorizada criatura.
>> Sabes que ya no puedes hacer nada, y ahora lo único que puedes hacer es ver cómo el gran Akram vuelve al mundo mucho más poderoso que antes...

Akram se había quedado mirando el fuego fijamente; en las llamas se veía el reflejo de la joven Águeda tomando una deliciosa taza de té con su nuevo amigo.

Continuará...

miércoles, 15 de julio de 2009

La extraña acentura de Águeda Ivanova - Una criatura mágica - Capítulo 8

- Perdona, no quería ser grosero, pero el viaje ha sido espantoso, un tráfico horroroso, un niño que no dejaba de jugar con una de esas endiabladas trompetitas de plástico, dos mujeres discutiendo por el asiento de la ventana... En fin, un caos; imagino que ya sabrás como es el tranporte público.- Aquél "bicho" sonrió a modo de disculpa y observó con mirada de cordero degollado la reacción de la sorprendida.
- Pero, vamos a ver, ¿tú qué y quién eres ahora? Y no me digas que eres otro miembro de la organización esa que me está arruinando todas las ideas que tenía metidas en la cabeza - Águeda empezaba a estar un poco harta de seres raros, cuadros que hablan e historias de autodestrucción.
- Te entiendo, yo en tu lugar me sentiría de la misma manera - ese ser morado mostraba verdadera compasión.- Pero para eso estoy yo aquí; no soy miembro de la OMCPS, pero colaboro con ella estrechamente y he venido aquí para ayudarte a asimilar toda esta nueva información sobre tu vida, para orientarte en las decisiones que tendrás que ir tomando y, por supuesto, para responder todas las dudas que tenga.
>>Me llamo Dim, y soy el primer diablillo del desierto que ha conseguido colaborar con la organización. Esta no es mi primera misión, pero sí que es la más importante. Estoy deseando empezar a trabajar contigo.
>>Como supondrás, no me voy a separar de ti; estaré a tu disposición día y noche, y todo el tiempo que necesites para tomar las decisiones correctas y adecuadas. Pero claro, no puedo estar aquí mucho tiempo, las personas no-mágicas se asustarían de mí mucho más de lo que me asusto yo de ellas; si me necesitas, sólo tienes que decir una palabra, la que tu elijas, pero siempre tiene que ser la misma, y en cuanto la pronuncies me apareceré en el lugar en el que estés. Lo has entendido, ¿verdad?
- Sí, te he entendido. Pero hay algo que no me cuadra - Águeda no comprendía una cosa - si te manda la OMCPS, ¿por qué Salvia no me dijo que vendrías?
- Jejeje, eres muy avispada, ¿eh? Me gustan las personas inteligentes - Dim parecía sentirse realmente orgulloso de que la chica se hubiera dado cuenta de ese hilo sin atar.- Salvia no te dijo nada para ponerte a prueba; claro, ¿no pensarías que iban a dejarte sin "evaluar", no?
>>Otras de mis misiones es informar de tus pensamientos y tus ideas. Pero no te agobies, no van a juzgarte, simplemente quieren saber qué es lo que sientes en realidad. Y yo soy el nexo de unión entre ellos y tú.
- ¡Aahh! Entonces todo aclarado - parecía que ya se había quedado tranquila.- Pero tengo una pregunta: ¿Heracles puede verte?
- Sí, puede verme, pero te recomiendo que le hables de mí antes de que me vea por primera vez, sé que no suelo gustar a primera vista.
- De acuerdo, entonces... ¿te digo la palabra de llamada? No es una que use con frecuencia, porque si la usara demasiado te haría venir cuando no te necesitara, pero es mi palabra favorita.
- Adelante, la tienes que decir alto y claro y con una pronunciación perfecta.
- Efímero - Águeda vocalizó como en su vida lo había hecho.- ¿Quieres un té?
- Con un poco de limón, por favor - Dim estaba muy contento, esa misión tan importante iba como la seda.

Continuará...

miércoles, 8 de julio de 2009

Paréntesis

Esta semana no habrá un nuevo capítulo de "La extraña aventura de Águeda Ivanova". Me voy de vacaciones y no podré publicar.
Pero para que no os "desenganchéis" de mi blog, se me ha ocurrido algo: ¡¡voy a hacer un concurso!!
Como veréis a la derecha, hay una encuesta y allí podréis responder a una sencilla pregunta:

¿Quién creéis que es la extraña criatura morada?

Sí, ya sé que en las encuentas los votos son anónimos. Pero he encontrado una solución a ese pequeño problemilla. Cuando hayáis votado, hacéis un comentario en esta entrada y me ponéis cual ha sido vuestra elección.

Y bien, aquí viene lo mejor, el premio. El ganador de este "mini-concurso" ganará el ser un personaje secundario de "La extraña aventura de Águeda Ivanova".
En el caso de que haya dos ganadores, ambos aparecerán en la historia y si hay tres ganadores o más, pues se hará un segundo concurso para ver quién es el gran vencedor.

La encuesta estará abierta hasta el día Lunes 13 de Julio a las 20:00h.

Bueno, ahora sólo me queda desearos algo:
¡¡Buena suerte a todos!!

PD: como sé cómo va esto de los concursos y algunos, antes de votar, verán los comentarios de los demás, he decidido activar la moderación de comentarios; ésta será desactivada en cuanto se acabe la encuesta.

domingo, 5 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Una criatura mágica - Capítulo 7

- ¿Mi padre? - a Águeda la historia ya no le parecía nada divertida.
- Sí hija mía, tu padre ha sido el único ser mágico que ha desaparecido por el uso excesivo de la magia - Salvia volvió a hablar tan serena como siempe.- Siento que la OMCPS no pudiera hacer nada para evitar esa desgracia. Pero por eso estoy aquí, he venido para avisarte de la suerte que puedes correr si sigues utilizando la magia tal y como lo has hecho hasta ahora. Ahora tu destino esta en tu mano y puedes hacer dos cosas: cumplir el Reglamento de la Magia que te dejo aquí o seguir como hasta ahora y poder sufrir una muerte como la que sufrió tu padre.
>> Y me voy ya que llevo aquí más tiempo del esperado. No te preocupes por tu amigo que se despetrificará nada más marcharme. Espero que la próxima vez que nos veamos sea con algún motivo más agradable. Adiós.

Salvia se esfumó al sonido de algo parecido a un chasquido de dedos.

Heracles despertó de aquél letargo inducido y se soprendió cuando vió que fuera estaba empezando a amanecer.
Vió que su amiga estaba en la sala, algo aturdida y pensó que algo grave abría sucedido.

- Pero... ¿qué ha pasado? ¿Qué es lo que me ha hecho lo que fuera que estuviese hablando?
- Te petrificó, dijo que las personas no-mágicas no podían ver a los miembros de la OMCPS - Águeda hablaba mirando fijamente el punto en el que estuvo sentada Salvia toda la noche.- Ven, siéntate que cuando te explique todo lo que me ha contado Salvia te vas a quedar petrificado otra vez.

- ¿Tu padre? ¿Pero tu madre no te dijo que fuiste adoptada? - Heracles no salía de su asombro.
- Por lo visto, mi madre pensó que era mejor no saber nada de mi padre. Tendré que buscar esa carta que envió la organización a mi madre cuando nací, y esperar que allí haya alguna explicación para lo que hizo mi madre.
- Bueno, tú no te preocupes, seguro que tu madre dejó por algún lado alguna explicación - Heracles se había levantado y se estaba poniendo su chaqueta marrón.- Yo te tengo que dejar, tengo una reunión a la que no debo faltar. Volveré en cuanto acabe. Tu mientras descansa, échate en la cama y no pienses. Nos vemos en la tarde.

Águeda estaba tan cansada que no tuvo fuerzas ni de irse a la cama; se recostó en el sofá y durmió largo rato.
Al despertarse, Águeda calentó una infusión de hierbas y subió a la que fue la habitación de invitados. Quería buscar esa carta que de la que había hablado Salvia y, según la elfa, ésta se encontraba en el primer cajón de la cómoda de aquel dormitorio.
Efectivamente, la carta de la OMCPS estaba allí, con las instrucciones que la organización le había mandado a su madre. Junto a ésta se encontraba un sobre cerrado en el que podía leerse "para mi hija". Lo abrió con mucho cuidado y comenzó a leer:

"Querida hija:
Siento que te hayas enterado así de tu verdadera procedencia, pero tienes que pensar que lo único que yo quería era protegerte de ti misma y pensé que si no conocieras tus orígenes no correrías la misma suerte que tuvo tu padre.
Ahora haz caso de tu instinto, de ese instinto que siempre has tenido para lo que debes hacer y busca aquello que tu espíritu te indique.
No me guardes rencor. Sé que encontrarás lo que necesites para ser feliz.
Te quiero.
Mamá."

A Águeda le corrían dos grandes lágrimas por la cara. No sabía que su madre tuviera tanta intuición y le sorprendió que adivinara lo que pasaría después de tantos años de su muerte.
Estaba tan aturdida que no se dió cuenta de que no estaba sola en la habitación.

- ¿Siempre eres tan maleducada? Anda que no saludar siquiera a quien viene a visitarte... Creo que me he confundido al venir aquí.

Una extraña criatura morada le hablaba desde el alféizar de la ventana.

Continuará...

jueves, 2 de julio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Todo tiene una explicación - Capítulo 6

- ¿Pero tú qué eres? - Águeda estaba tan asombrada que cada palabra que salía de su boca parecía que las pronunciaba su subconsciente.
- Divina inocencia... Tu madre debería haberte informado de todo esto hace muchos años - Salvia parecía algo desengañada con esa mujer.- Le enviamos una carta con todo lo que debía contarte el día de tu nacimiento... ¿no has encontrado esa carta? Es asombroso que encontraras el portal del correo, escondido a conciencia por tu madre, y no ese papelucho que metió en el primer cajón de la cómoda del dormitorio de invitados...

Águeda empezó a pensar que todo aquello era un sueño de los raros... ¿Cómo podía saber esa cosa lo que había en su casa?
- Siéntate hija mía... esto nos llevará tiempo - Salvia entró en la sala de estar y se puso lo más cómoda que pudo.
>>Soy Salvia, la Elfo del Poder y miembro más antigua de la Organizacion Mágica de Control de Poderes Sobrenaturales. Esta organización nació hace muchísimo tiempo para intentar dar soluciones a los problemas que ocasiona la magia en este mundo.
>>La magia, al contrario de lo que la gente se piensa, no es algo que se pueda usar al antojo de uno. Tiene muchos riesgos, el permanente uso de la magia tiene un efecto terrible... tan terrible que ningún mago, antes de la fundación de la OMCPS, podía suponer. Esta organización, pues, pretendía advertir a todas aquellas criaturas mágicas de los efectos negativos del uso de hechizos y embrujos. Pero pocos magos saben qué es eso tan terrible... los fundadores de la OMCPS temían tanto la reacción de los demás que prefirieron dictar el Reglamento de la Magia, que todos debían cumplir. Si no lo cumplían serían castigados con encarcelamientos y cursos de reinserción, en los casos más leves, o con privaciones completas de la magia, en los casos más graves.
>> Así que todas las criaturas mágicas optaron por cumplir el reglamento a pies juntillas sin pedir ninguna explicación; lo único que ellos querían era seguir siendo mágicos, y el miedo a ser castigados a una vida sin magia fue mucho mayor que la curiosidad.

- Pero... ¿qué pinto yo en todo esto? - A Águeda le estaba gustando la historia, pero no terminaba de comprender su papel en ella.
- Hace ya tiempo sucedió lo que todos los miembros de la OMCPS temíamos. Hubo alguien que no quiso cumplir el reglamento, un mago tan poderoso que se creó a sí mismo y que concebía la magia como algo tan natural como el bosque en el que vivía.
>> Pero la OMCPS actuó tarde; le visitamos para recomendarle seguir el Reglamento de la Magia, pero fue tan impactante la noticia que ocurrió aquello que decían los fundadores de la organización; este mago empezó a realizar hechizos como un loco, sin pararse a pensar en sus consecuencias, era presa de una locura transitoria que le causó lo que a nadie le había causado... Sí, yo fui testigo de cómo se hacía presente el efecto negativo del uso de la magia...

- ¿Y qué le paso? ¿Cuál es ese efecto? - Águeda echaba de menos unas ricas palomitas.
- La autodestrucción - Salvia contenía las lágrimas como podía.- La magia en exceso causa autodestrucción.
- ¡Qué triste! ¿Y quién era ese mago tan poderoso?
- Sergey Ivanov - por el rosotro de la pequeña elfo corrían dos lágrimas - tu padre.

Continuará...

lunes, 29 de junio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - La visita esperada - Capítulo 5

29 de Febrero. Fuera llovía a cántaros, como si se fuera a caer el cielo de repente, y hacía un frío tan frío que parecía que las viejas puertas de la casa de Águeda se estremecieran a cada racha de viento.

Adentro, sentados en el sofá cubiertos con una enorme manta a cuadros y comiendo pipas como si les fuera la vida en ello, Heracles y Águeda esperaban aquélla fecha tan rara que el viejo buzón del cuadro había largado por su boca unos días antes.
Hablaban como dos viejos amigos, del trabajo, del próximo estreno en el cine del barrio o de la exposición de Evaristo Padrón, artista abstracto amigo de Heracles.
Parecía que nada pasaba, pero a cada 30 segundos ambos miraban el viejo reloj de pared colgado al otro extremo de la sala. Parecía que estaban sincronizados.

A las 23:57h la animada conversación cesó. De repente ambos se quedaron mudos esperando a que, de un momento a otro, algo muy ruidoso, con humo y música tenebrosa apareciera delante de sus narices.
Pero no ocurrió nada...
Las 00:01h del 1 de Marzo y no había sucedido nada.
Se rieron de sí mismos, y de la cara de terror que se les había quedado a ambos. Era esa risa nerviosa que no puedes parar aunque pongas todo tu empeño.

- Debe de ser un chiste muy divertido, espero que me lo puedas contar Águeda - una extraña voz venía desde la entrada.- ¿No vas a venir a recibirme?

Heracles miró a Águeda, los dos estaban tan pálidos que podrían haberlos confundido con muertos. Agarrados de las manos y andando todo lo despacio que los nervios les permitía, se dirigieron a la entrada para ver quién era la desconocida que se había presentado en la casa.

- Aquí hace un tiempo de perros, ¿eh? Jamás hubiera dicho que podría llover en pleno mes de Febrero - esa voz no paraba de hablar - Por cierto, debes disculparnos, pusimos la fecha y la hora de la OMCPS, algo diferente a la de aquí... espero que no te causara molestia.

Al llegar a la marco de la puerta que separaba la sala de estar con la entrada Águeda cerró los ojos tan fuerte tan fuerte que empezó a ver luces de colores.
No notó nada, ni siquiera a Heracles quedarse paralizado de repente.

- Perdona por haber paralizado a tu amigo, pero está prohibido que las personas no-mágicas vean o hablen con miembros de la OMCPS.

Águeda empezó a andar sin querer hacerlo, miró a la estatua de su amigo y luego dirigió la vista hacia el punto donde creía que estaría la dueña de aquella voz... pero no vio a nadie.
Bajo la vista al suelo y distinguió a una extraña criatura parecida a uno de esos elfos que salían ilustrados en los cuentos infantiles.

- ¿Ni siquiera me vas a saludar? - A Salvia, la Elfo del Poder, se le estaba agotando la paciencia.

Continuará...

viernes, 26 de junio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - El cuadro parlanchín - Capítulo 4

- ¿Heracles? ¿Dónde estás? Necesito que vengas, ha pasado algo... muy raro. No tardes, te espero.- Águeda estaba blanca como la pared... nunca había visto hablar un cuadro... y si, en el hipotético caso de que los cuadros hablaran. ¿no tendrían que tener personas dentro?

La casa de Águeda era un aunténtico museo. La había heredado de su madre, una especie de descubridora de nuevos pintores, fotógrafos y escultores. Estaba llena de cuadros con garabatos infantiles, esculturas de cerámica y hierro y fotografías de cosas normales.
Tenía casi todas aquellas obras guardadas en el sóatano de la casa, la mayoría o estaban raídas y viejas, o eran espantosas.
Cuando se instaló en aquella casa y bajó todo aquello que no le gustaba descubrió algo que ni estaba roto ni era feo... un cuadro que tenía pintado un buzón rojo. Tenía algo que le llamaba la atención. Parecía que la boca de aquél buzón estuviera sonriendo, y que los golpes que tenía pintados encima de la boca fueran como pequeños ojos que la miraban.
Pensó que si le dijera a cualquiera que tenía en casa un buzón que la miraba sonriente la encerrarían en lo que se tarda en contar hasta tres.
Limpió el cuadro con sumo cuidado de no romperlo, lo subió a la planta baja de la casa y lo colgó en la entrada. Ahí quedaría perfecto.

-¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien? He venido todo lo rápido que me ha dejado el tráfico del centro.- Heracles entró en la casa sofocado, pensando que le había pasado algo a su amiga y que había llegado tarde.
Se paró, en la entrada faltaba algo. Oía voces en la sala de estar. - ¿Con quién estará hablando?.-

- Yo sólo te digo que el mensaje de la OMCPS ya ha sido entregado, así que no me entretengas más, zanahoria. Ya te he dicho que la OMCPS vendrá a visitarte el día 30 de Febrero a las 00:70h para informarte del correcto uso de la magia, zanahoria. Y ya está, me voy. Hasta el próximo mensaje.

- ¿Lo has visto? Dime que has visto hablar al buzón, dime que has visto que hablaba y me miraba.- Águeda se dirigió a su amigo, estaba petrificado.
- Si esto es otro de tus embrujos... creo que no deberías haberme llamado, porque estaba en una reunión muy importante y he salido de allí como alma que lleva al diablo y no he dicho ni adiós.
- ¡No, no es ningún embrujo mío! He pasado por la entrada para ir al sótano y ha empezado a hablar el cuadro. Ha dicho eso de que la OMPCS vendrá a casa el 30 de Febrero a las 00:70h y te he llamado...
- ¿Pero qué coño es la OMCPS? ¿Y qué es esa fecha y esa hora?
- No tengo ni idea... pero no me vayas a dejar sola. Supongo que ahora nos toca esperar.

Continuará...

miércoles, 24 de junio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - El Gran Ivanov - Capítulo 3

Habitaba entre grandes árboles, en medio de un bosque de la Siberia Central. Nadie sabía de dónde venía, cómo había aparecido allí ni a qué se dedicaba. Bajaba a la aldea pocas veces, cuando se cansba de hablar con su imaginación o necesitaba la compañía de alguna joven. Sergey Ivanov despertaba una gran curiosidad.

Por lo que él recordaba, siempre había vivido en el bosque, había nacido de él y él era quien le había cuidado desde que existía.
A pesar de no haber visto ningún ser como él hasta los 12 años, sabía hablar perfectamente y tenía una excelente educación.
Pasaba los días entre árboles, musgos y líquenes que parecía le otorgaban todo lo que se le antojaba.
Un día, cuando todavía era un crío, pensó que necesitaba una cabaña, alzó los brazos, cerró los ojos y sus labios susurraron palabras que jamás había pronunciado, en alguna lengua del este. Hizo aquello como si fuera instintivo, como si fuera un acto reflejo. Al volver a abrir los ojos vió delante de el una gran cabaña, con un fuego en el interior para pasar las frías noches cobijado, una cómoda cama y una mesa con banquetas.

A la edad de 25, era un hombre que imponía nada más verlo. Alto y muy fuerte, con el pelo más negro que la oscuridad y unos ojos tan claros como la nieve.
Un día al volver a su cabaña, después de haber conocido en la aldea a una turista pelirroja, se encontró con varios "seres" sentados sobre el aire. Era todo tan raro... Uno de ellos, parecía tener algo celestial, como si fuera un ángel. Otro, era una criatura pequeña, con orejas y nariz puntiagudas, otra tenía unas alas pegadas a la espalda y otro llevaba un gorro muy raro.
- Entiendo que nos mires así, jamás has visto a nadie como nosotros. Pero entra y te explicaremos quienes somos y que hemos venido a hacer aquí.- A Sergey le había parecido ver como hablaba esa nariz tan puntiaguda.
- Somos los miembros de la Organización Mágica de Control de Poderes Sobrenaturales, y hemos venido a advertirte de que lo que haces no está nada bien.- El ángel parecía algo enfadado, penso Ivanov.- Derrochas magia por capricho, siempre que se te antoja algo lo adquieres a través de la magia, sin pararte a pensar en que quizá podrías obtenerlo de un modo manual. La magia no está para satisfacerte en todo, hay cosas que puedes hacer por ti mismo. Hay que ser muy prudentes. Ten toma, coge el Reglamento de la Magia y no vuelvas a infringir ninguna de estas leyes.
- ¿Que sois los miembros de la qué? ¿Magia? ¡¿Pero de qué habláis?! ¡¡Yo no hago magia!! Yo tengo lo que quiero porque me lo da el bosque, igual que me dio la vida.- A Ivanov no le gustaba que le hablaran así - ¿Cómo os atrevéis a entrar en mi casa y decirme que lo que hago está mal y que debo hacerlo de otra forma?
Cayó un rayo tan fuerte, que los cuatro seres se tambalearon en el aire. Se miraron entre sí y desaparecieron.

Ivanov estaba furioso, estaba tan furioso que no podía parar de pensar en todas las desgracias que le podían caer a esos cuatro intrusos. Pensaba en rayos, en aguas torrenciales y en ventiscas, y todo aquello que pensó ocurrió. Y eso le ponía más furioso.
Salió de la cabaña y se alejó lo más que pudo. Se dirigió al claro en el que él se vió a si mismo la primera vez, y le habló al enorme árbol que allí había, y pensó que le contestaría y el árbol le contestó.
¿Por qué se cumplía todo lo que el pensaba? ¿Era cierto lo de la magia?
Pensó en terremotos, en grandes volcanes escupiendo lava, en sequías eternas, en una gran nube tóxica que matara a este maldito planeta y le dejara morir tranquilo. Lo pensó, y todo aquello ocurriría, el vió como iba a ocurrir todo lo que había pensado.
Decidió que no podía pensar más, que no quería pensar más. Y desapareció.

- Nos ha condenado a muerte - Jo, estaba entristecido.
- Debemos alertar a los gobiernos, hay que prevenir a la humanidad de lo que se nos avecina.- La pequeña Yedra estaba desolada.
- Él mismo se creó, y el mismo se destruyó.- Concluyó Salvia.

Continuará...

lunes, 22 de junio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - La OMCPS - Capítulo 2

El pequeño Jack, el Duende de la Riqueza siempre llegaba tarde a las grandes citas.
Llegó tarde al nacimiento de la Organización Mágica de Control de Poderes Sobrenaturales (OMCPS) cuando él sólo era un niño, llegó tarde a la asignación de Varitas y Escobas de la misma organización cuando fue nombrado miembro, llegó tarde a la función de Navidad de sus hijos y llegaría tarde a la importantísima reunión que había convocado con máxima urgencia la OMCPS.

La OMCPS era la sede terrestre del Gobierno de todas las criaturas que poseían poder mágico en el planeta. Su objetivo era que todos aquellos que tuvieran magia en la sangre, ya fueran enormes hombres de las nieves, como diminutos diablillos saharianos, la utilizaran de forma correcta, sin dañar a nadie y con la máxima precaución.
La OMCPS la formaban los miembros más ancianos de todas las especies mágicas. Jack, poseedor de la Varita y la Escoba de la Riqueza, era el duende más anciano que existía. Vigilio poseía la Varita y la Escoba de la Sabiduría; él era el más anciano de los ángeles. Yedra, la más anciana de todas las hadas, poseía la Varita y la Escoba del Amor. El más anciano de los gnomos, Jo, poseía la Varita y la Escoba de la Bondad. Y Salvia, la más anciana de los elfos, era la dueña de la Varita y la Escoba del Poder.

Todos ellos habían decidido convovar una urgente reunión. Estaba pasando algo que no podían permitir: ese derroche de magia, el conocimiento que semejantes hechizos requerían, los sentimientos que en ellos se podían ver y sobre todo el poder que demostraba la artifice de todo ello.
Los medidores de todas las Varitas y Escobas no alcanzaban esos niveles desde que Ivanov desapareció del mapa.
- Debemos hablar con ella, tenemos que saber dónde ha aprendido y quién le ha enseñado - decía Vigilio, muerto de envidia de que alguien fuera mucho más sabio que él. - Y también tenemos que darle el Reglamento de la Magia, esa chica descontrolada no debe ir por ahí haciendo gala de lo que es capaz... ¡Hay que ser prudente!
Todos asentían a lo que decía el Ángel de la Sabiduría.
- Calma, seguro que esta joven debe tener una buena explicación - concluyó Salvia. - Lo mejor será vigilarla un tiempo. Todavía recordamos todos lo que sucedió cuando quisimos controlar a aquél, al darnos cuenta de la magia que tenía. Tenemos que tener paciencia.
Justo al terminar de hablar Salvia, entró Jack en el Gran Salón de las Reuniones y se sentó jadeando.

Todos tenían en la mirada un ápice de temor... Ivanov hizo gala del gran poder que tenía cuando le impusieron unos límites...

Continuará...

sábado, 20 de junio de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Comienza la ventura - Capítulo 1

En la casa de la vecina de enfrente siempre pasaban cosas raras.
Cuando pasabas por la puerta y mirabas hacia la ventana con el rabillo del ojo, siempre veías sillas apartándose al paso de escobas embrujadas, balletas empapadas frotando cristales, cacerolas con cucharas girando en algún potaje y agujas remendando viejas prendas.
Era todo fascinante, cualquier persona con algo de imaginación daría lo que fuera por entrar a ver todas aquellas maravillas.
Pero en realidad, cuando veían a la artifice de toda esa magia intentaban cambiarse de acera, no cruzar la mirada y aguantar la respiración.
Águeda Ivanova siempre había causado esa impresión; desde que ella recordaba, todo el mundo la había evitado. Pero no sabía porqué. Físicamente no era fea, ni desagradable a la vista. Y nunca nadie se había molestado en conocerla realmente.
Ella vivía con Sócrates, un fabuloso gato persa, negro como el azabache, que le habían regalado hacía tres años. Había heredado su magia de uno de los muchos amantes que tuvo su madre y nunca hacía nada por ocultar sus asombrosos poderes.
Se dedicaba a poner voz a apasionadas novelas radiofónicas que grabada desde su casa y mandaba por internet a su único amigo y jefe Heracles Quirós.
Vivía feliz, sin más preocupaciones que los demás seres humanos e ignorando la que se le avecinaba.

Continuará...

jueves, 18 de junio de 2009

Fusa

Soñó con que podría ir dónde quisiera, cuándo quisiera y con él a su lado. Y lo hizo.
Morena o rubia, de bolsillo y figura delgada, Fusa soñaba siempre con todo aquello que podía hacer si le viniera en gana.
Y un día lo hizo.
Le vino en gana atarse a alguien, porque sí, porque no tenía a quién darle explicaciones y ella quería hacerlo. Y se ató diez años, o más, y vivió ese tiempo feliz de dar todas las explicaciones que ella quiso dar. Pero se cansó de que la atadura sólo fuera de palabra, y él se cansó de las explicaciones y un día se dejaron y sufrió.
Así que Fusa volvió a hacer lo que se le venía en gana.
Le vino en gana irse a la Costa del Agua Caliente a renovar el amor perdido durante diez años (o quizás más, ella había perdido la cuenta). Y lo renovó, volvió a sentir la pasión de los comienzos , el desenfrenado sentir de otras caderas y el dolor de la separación... Nada es eterno. Fusa sufrió.
Pero ella no se rindió, y siguió haciéndo lo que se le venía en gana.
Le vino en gana volar a mundos tropicales. Voló al lugar más tropical de todos y encontró alguien allí. Se entregó de nuevo y de nuevo sufrió.
Y allí se dió cuenta de algo que nunca se había atrevido pensar: no necesitaba a nadie a quién dar explicaciones, ni a nadie para renovar lo vivido. Sólo se necesitaba a ella misma, porque ella era fuerte y podía con todo lo que se le pusiera por delante.
Y volvió, para hacer lo que se le viniera en gana, pero esta vez sólo consigo misma.
Y nunca más volvió a sufrir.

sábado, 13 de junio de 2009

Recuerdo

Una de las muchas canciones que me emocionan nada más sentir los primeros acordes, Recuerdo, de Ismael Serrano.



Con el paso de los años todo se vuelve monotonía y rutina; te levantas a la misma hora, desayunas con los ojos cerrados y el pensamiento en la almohada, subes al metro y te vas a trabajar, de lunes a viernes, todos los días, semana tras semana, mes tras mes…

Pero puede que algun día se abra una ventana hacia el cambio…

Un día te encuentras con alguien que habías olvidado, y empiezas a recordar… tus sueños de entonces, tus miedos, tus anhelos, el miedo o incertidumbre que causaba pensar en el futuro. Entonces sólo importaba el presente, el ahora, el sentir el sentido de cada instante.
Y piensas que no debiste echar a ese alguien de tu vida, de repente piensas que si hubieras estado con esa persona, tu vida ahora no sería rutina.
Pero ahora, mirar al pasado da el mismo miedo que daba mirar al futuro entonces.

Decides saludar, con más esperanza que certeza, pensando que no puede haberse olvidado de ti.
Pero no todos somos tan valientes de recordar aquello vivido
Esa persona decide que no se acuerda de ti… engañándose a si misma.
Y tú, te sientes cansado, viejo, dispuesto a seguir en esa monotonía que has intentado romper en un instante.

viernes, 12 de junio de 2009

Jane Eyre


Jane Eyre es una de mis novelas favoritas.

Escrita por Charlotte Brontë en 1847, trata sobre la vida y desgracias de una pobre huérfana, fea, pobre y sin nadie a quién acudir.

Basada en las experiencias de soledad, nostalgia y aislamiento que vivió la autora durante su estancia en Bruselas, abunda en largas descripciones de grandes paisajes de la vieja Gran Bretaña, amores pasionales e imposibles y reecuentros con familiares desconocidos.
Típica novela romántica, de las que se leen al calor de un brasero de picón en días de lluvia.

Pero esta novela encierra algo: presenta una descripción de las problemáticas femeninas de la época y las inquietudes.
Una autora adelantada a su tiempo, es una buena definición para Charlotte Brontë, quien tuvo que publicar en un principio bajo un seudónimo masculino.

Existe también una gran película basada en esta novela. Pero como pasa siempre, es más recomendable leer que ver.
Recomiendo esta novela a todos aquellos que les guste la lectura romántica, y a los que no les guste, ya que es una novela que encierra algo más que amores y lágrimas.

jueves, 11 de junio de 2009

El primer retal.

Hoy quería crearme otro blog... un blog diferente al otro, un blog que nadie conocido supiera que tengo.
Un blog que cambie su presencia cada vez que a mí se me antoje, que cambie los colores, la música, las fuentes, los espacios y todo aquello que deje cambiarse.
Un blog en el que poner todo aquello lo que se me pasa por la cabeza, sin pararme a pensar si es digno de ponerlo en un blog, entrar y empezar a escribir lo que vaya pasando por mi mente.
Un blog dónde escribir sobre mis gustos, la música, la literatura, los programas de televisión, los cuadros; dónde decir lo que pienso en el instante.
Un blog al que entrar simplemente porque me apetezca entrar, dónde publicar simplemente porque me apetezca publicar.
Sin presiones...
Con calma...