lunes, 9 de noviembre de 2009

La extraña aventura de Águeda Ivanova - Un nuevo destino - Capítulo 18

- ¿Ya has pensado lo que quieres hacer?
Cuando Águeda se levantó, Dim y Heracles estaban en la cocina desayunando café y algunas tostadas con mermelada.
- Yo sigo pensando que volver allí tan sólo servirá para meternos en líos, Águeda - ahora era Heracles el que hablaba.- Es mejor que sigamos investigando por otra parte.
- No sé... Puede que tengáis razón. Al fin y al cabo puede que lo que ví fuera el reflejo de la luna. Es mejor seguir por otro lado.
- Me alegra oír eso - Dim parecía muy satisfecho de escuchar esas palabras.

Desayunaron tranquilos mientras charlaban animadamente sobre lo que había sucecido. Todos especulaban abiertamente sobre ello y sobre lo que podían hacer ahora.
Heracles pensaba que lo mejor era ponerse en contacto con la organización y que ellos contaran abiertamente su versión. Dim, en cambio, optaba por buscar información sobre Sergey en las aldeas de alrededor del bosque en el que vivió. Y Águeda... no opinaba nada en concreto; escuchaba atentamente a sus dos compañeros, pero parecía tener alguna parte de su mente ausente de la cocina de su casa. Ella pensaba algo, pero prefirió seguir meditando sus ideas antes de precipitarse contra sus amigos.

- Bueno, realmente ahora mismo no me corre prisa saber nada más. Ya sé lo que quería saber, y creo que ahora es mejor esperar.
- Pero...
- Bueno, si eso es lo que quieres yo me marcho - Dim estaba más contento que nunca - si necesitas algo llámame.
Y como si fuera polvo, Dim desapareció sin más.
- ¿Cómo que no vamos a hacer nada? ¿Pero tú en qué estás pensando?
- ¡Chisst! Ven, vamos a la salita, allí estaremos más cómodos y te contaré lo que tengo en mente.

- ¿¿¡¡Estás loca!!??
- ¿Tan mala idea es?
- ¿¿¡¡Pero tú no oíste lo que dijo de él!!?? - Heracles estaba perplejo - ¿¿¡¡No oíste eso de que lo echaron!!??
- Sí, ya lo sé. Pero creo que no me equivoco. Sabemos que en esa cabaña estuvo la organización, pero lo que no sabemos es cuántos miembros de ella estuvieron. Y creo que esa es la clave.
- Bueno... quizás tengas razón. Pero... ¿cómo piensas llegar a ese punto sin que Dim se entere?
- Tendremos que confiar en que sé mentir.

- "Efímero"
Tras un chasquido, Dim apareció delante de los dos amigos.
- ¿Ya has decidido qué hacer?
- No, sigo algo confundida. Pero me gustaría saber algo.
- Dime
- ¿Quiénes estaban en la cabaña cuando desapareció mi padre?

Continuará...